Utiliza una fuente de cloruro de sodio y calcio, la primera de su tipo confirmada en la cuenca de Kioto, que brota desde 1,200 metros bajo tierra. Es una fuente de alta concentración similar al agua de mar, rara en áreas alejadas del mar, y contiene aproximadamente 9 veces el valor estándar de iones de cloro para aguas curativas. Al sumergirse, reacciona con el sebo y actúa como un "jabón natural", dejando la piel suave. Además, el calcio actúa como polvo de bebé, alisando la superficie de la piel, dejándola sorprendentemente suave después del baño. Como "agua caliente" que calienta desde el núcleo y mantiene el calor, se puede experimentar el poder concentrado de las aguas termales.