Fuente termal fría clorurada que emerge del subsuelo. El color verdoso del agua es el color natural de los componentes del agua termal, lo que permite confirmar visualmente la riqueza en minerales. La alta efectividad de retención de calor característica de las aguas cloruradas hace que sea difícil enfriarse después del baño, manteniendo el cuerpo caliente desde el núcleo después de la sauna. Aunque la temperatura de la fuente es baja, el agua calentada envuelve suavemente la piel y se espera que sea efectiva para el dolor crónico en músculos y articulaciones, la sensibilidad al frío y la recuperación de la fatiga. Desde el baño interior, se puede disfrutar del paisaje estacional de Shimogō a través de las grandes ventanas, y en el baño al aire libre, uno se puede fusionar con la naturaleza mientras disfruta de un espacio abierto con vistas al Monte Awagatake.