Al caminar por los barrios tradicionales de Tokio, a veces se puede ver una chimenea alta. Esa es la señal de un sento.
Un sento es un baño público al que acuden los ciudadanos de Japón. No tiene el lujo de un ryokan de aguas termales ni la variedad de instalaciones de un super sento. Sin embargo, hay algo especial allí. La pintura mural del Monte Fuji en la pared. La sonrisa de la señora en la recepción. Los saludos de los clientes habituales. Un ambiente cálido que ha perdurado desde la era Showa.
La primera vez que visité un sento, sentí como si el tiempo se hubiera detenido. Era un lugar que aún conservaba algo que Japón estaba perdiendo. En este artículo, explicaré de manera comprensible para principiantes el encanto y la forma de disfrutar de los sento.
¿Qué es un sento? Un mundo de la era Showa por 500 yenes
Un sento es una instalación de baño público regulada por la Ley de Baños Públicos. Su característica principal es que las tarifas están unificadas por el municipio. En Tokio, por ejemplo, cuesta 500 yenes para adultos. Con este precio, cualquiera puede sumergirse en una amplia bañera.
¿Por qué las tarifas están unificadas? Porque los sento no son solo un negocio, sino que están posicionados como instalaciones de bienestar público. Para que las personas sin baño en casa puedan bañarse de manera limpia. Para que todos puedan utilizarlos por igual. Por eso, las tarifas son establecidas por la administración.
Este trasfondo histórico le da a los sento un ambiente único. Un espacio que no persigue solo el lucro. Un lugar donde las personas se reúnen e interactúan. Eso es lo que es un sento.
La pintura mural del Monte Fuji: Contemplando el paisaje original de Japón
Al entrar en la sala de baño de un sento, lo primero que llama la atención es la pintura mural del Monte Fuji que cubre toda la pared. Un cielo azul, el Monte Fuji con nieve blanca en la cima, y un bosque de pinos que se extiende al frente. Esta pintura es una tradición de los sento que data de la era Taisho.
Los pintores de murales, llamados "pintores de murales", pintan directamente en la pared, trazo a trazo. Sin embargo, hoy en día, solo quedan unos pocos pintores de murales. Muchos sento han cerrado y la demanda de pinturas murales ha disminuido. Ver esta pintura se está convirtiendo en una experiencia valiosa.
Sumergirse en la bañera mientras se contempla el Monte Fuji. La montaña que se desvanece entre el vapor. ¿Hay un momento más lujoso que este? Por 500 yenes, puedes tener el paisaje original de Japón para ti solo. Eso es lo que es un sento.
La señora de la recepción: El corazón del sento
Al entrar en un sento, lo primero que se ve es el "banda". Una plataforma elevada en el centro del vestuario. Allí se sienta la señora o el señor de la recepción.
Desde el banda, se puede ver tanto el baño de hombres como el de mujeres. Reciben el pago, devuelven el cambio y conversan con los clientes habituales. A veces regañan a los niños, a veces se preocupan por la salud de los ancianos. El banda es el corazón del sento.
"Bienvenido". La voz alegre al entrar. "Gracias, cuídate". Las palabras cálidas al salir. Este tipo de interacción humana es lo que se encuentra en un sento. Hay un calor humano que no se puede obtener de una máquina expendedora de boletos.
Recientemente, por razones de privacidad, muchos sento han cambiado a un sistema de recepción en lugar del banda. Sin embargo, los sento con banda tienen un atractivo único. Es la calidez de la era Showa, donde la distancia entre las personas es cercana.
Un lugar de comunidad local: Relaciones desnudas
En los sento, hay clientes habituales. Abuelos y abuelas que van a la misma hora todos los días. Para ellos, el sento no es solo una instalación de baño. Es el centro de la comunidad local.
Conversaciones en el vestuario. "Hoy hizo calor, ¿verdad?" "Vino mi nieto" "¿Cómo está tu espalda?" Conversaciones triviales que aquí son comunes. No importa el estatus ni el título. Relaciones desnudas. Quizás esta expresión nació de los sento.
Cuando los extranjeros o los jóvenes visitan un sento, los clientes habituales a veces les hablan. "¿Es tu primera vez?" "El baño eléctrico aquí es agradable". Este tipo de interacción surge naturalmente. Eso es lo que hace atractivo a un sento.
El impacto del baño eléctrico: El bautismo de la primera experiencia
En los sento, hay un "baño eléctrico" que no se encuentra en otras instalaciones de baño. Es un baño donde se incrustan electrodos en la pared de la bañera y fluye una corriente eléctrica débil.
Las personas que entran por primera vez en un baño eléctrico se sorprenden por su impacto. Una sensación de hormigueo recorre todo el cuerpo. "¿Esto es seguro?" surge la duda. Sin embargo, al acostumbrarse, esta estimulación se vuelve placentera. Se siente como si los músculos se relajaran y la circulación mejorara.
El baño eléctrico tiene reglas no escritas. La posición directamente frente a los electrodos es la más intensa. Los principiantes deben comenzar desde una posición un poco alejada. Luego, gradualmente acercarse a los electrodos. Este enfoque gradual es la clave para disfrutar del baño eléctrico.
Entre los clientes habituales, hay quienes se colocan directamente frente a los electrodos y disfrutan de la intensa estimulación. Sus expresiones son difíciles de distinguir entre dolor y placer. El baño eléctrico es una de las características más singulares de la cultura del sento.
El día del baño medicinal: Sintiendo las estaciones
En muchos sento, se realiza regularmente el "baño medicinal". Es un baño especial en el que se añaden hierbas medicinales o remedios herbales a la bañera. Baños de yuzu, baños de iris, baños de artemisa. Hay una variedad de tipos que se pueden disfrutar diariamente o semanalmente.
Particularmente popular es el "baño de yuzu" en el solsticio de invierno. Se colocan grandes cantidades de yuzu en la bañera y el aroma cítrico llena todo el baño. En este día, incluso personas que no suelen ir, visitan el sento. El baño de yuzu es un evento estacional del sento.
El baño medicinal no es solo un evento. Es una tradición japonesa que permite sentir las estaciones. El baño de iris en el Día de los Niños. El baño de artemisa en verano. El baño de yuzu en el solsticio de invierno. Al ir al sento, se puede sentir el cambio de las estaciones en la piel.
Cómo entrar en un sento: Guía para principiantes
Para aquellos que visitan un sento por primera vez, aquí se explica cómo entrar.
Primero, quítate los zapatos en la entrada y colócalos en el zapatero. Paga la tarifa en la recepción o en el banda. No olvides saludar con un "hola". Tener monedas listas facilita el proceso.
En el vestuario, elige un casillero y quítate la ropa. Guarda los objetos de valor en la caja de seguridad. Lleva una toalla al baño.
Al entrar en el baño, asegúrate de enjuagarte antes de sumergirte. Esta es una norma al igual que en los onsen. Luego, lávate el cuerpo en el área de lavado. En muchos sento, hay champú y jabón corporal disponibles.
Después de lavarte el cuerpo, es hora de disfrutar de la bañera. Una gran bañera, un baño de chorros, un baño eléctrico, un baño medicinal. Se pueden disfrutar varios tipos de baños. Sumérgete lentamente y relaja el cansancio del día.
Al terminar de bañarte, seca ligeramente tu cuerpo antes de salir del baño. Esto es para no mojar el suelo del vestuario. Luego, vístete y no olvides hidratarte.
Al salir, di "gracias". Este pequeño gesto de cortesía hace que el sento sea un lugar agradable.
La leche con café después del baño: Un sorbo de felicidad
El placer del sento no se limita al baño. La "leche con café" después del baño es la esencia de la experiencia del sento.
En el vestuario, siempre hay una máquina expendedora. Leche, leche de frutas, leche con café. Una alineación nostálgica. Después del baño, bebe de un trago con la mano en la cadera. Este ritual es una tradición del sento.
¿Por qué la leche con café después del baño es tan deliciosa? Porque el cuerpo está caliente y la garganta está seca. Porque el azúcar después de sudar se siente especialmente bien. Hay muchas razones, pero este sorbo completa la experiencia del sento.
Recientemente, algunas personas eligen bebidas deportivas por razones de salud. Sin embargo, los verdaderos conocedores del sento prefieren la leche con café. Esto no se puede ceder.
La disminución de los sento: Una cultura que debemos proteger
Los sento están enfrentando una crisis. En su apogeo en la era Showa, había más de 20,000 sento en todo el país, pero ahora han disminuido a alrededor de 3,000. La popularización de los baños en los hogares ha reducido la demanda de sento. El envejecimiento de los propietarios, la falta de sucesores, el deterioro de las instalaciones. Por diversas razones, los sento se ven obligados a cerrar.
Sin embargo, los sento no son solo un negocio. Son una cultura japonesa, un punto de encuentro de la comunidad local, y un refugio para el alma de las personas. La desaparición de los sento significa la pérdida de algo valioso para Japón.
Recientemente, ha surgido un movimiento para renovar los antiguos sento y atraer a las generaciones más jóvenes. Diseño elegante, cafeterías adjuntas, eventos. Al fusionar tradición e innovación, está surgiendo una nueva cultura de sento.
Lo que podemos hacer es seguir yendo a los sento. Al utilizarlos continuamente, podemos proteger esta cultura. Por 500 yenes, se puede experimentar el corazón de Japón y apoyar a la comunidad local. ¿Hay una forma más significativa de gastar dinero?
El valor del sento que queremos transmitir a los extranjeros
A los turistas extranjeros, les animamos a experimentar un sento. Allí se encuentra el verdadero Japón que no se puede experimentar en un ryokan de lujo.
No te preocupes si no hablas el idioma. La gente en los sento es amable y, siempre que se respeten las normas, serás bienvenido. No metas la toalla en la bañera, lávate antes de entrar, mantén la tranquilidad. Si sigues estas normas básicas, no habrá problema.
Por 500 yenes, puedes contemplar la pintura mural del Monte Fuji, desafiar el baño eléctrico y relacionarte con la gente local. ¿Hay una experiencia cultural más rica que esta? El sento es la mejor puerta de entrada para entender Japón.
El sento es el corazón de Japón
El sento es la esencia de la cultura popular japonesa. No es lujoso, pero es cálido. No es opulento, pero hay conexión entre las personas. La pintura mural del Monte Fuji, la señora de la recepción, las sonrisas de los clientes habituales, la leche con café después del baño. Todo eso representa el corazón de Japón.
Ir a un sento no es solo bañarse. Es tocar la calidez de Japón que se está perdiendo, apoyar a la comunidad local y transmitir la cultura a la próxima generación.
Si ves una chimenea, entra sin dudarlo. Allí te espera un Japón que no conocías. El sento es el corazón de Japón.
